guerrillero heroico FPL-GPP

Monday, February 26, 2007

Un Nobel de la paz titere del imperialismo Yankee.

Costarricenses marchan contra el TLC

La manifestación anti-TLC que reunirá a los miles de participantes que se concentrarán desde la estatua de León Cortés para llegar a la Asamblea Legislativa estará encabezada por el rector del Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), Eugenio Trejos, y Ottón Solís, jefe del opositor Partido Acción Ciudadana (PAC).

Representantes de sindicatos, universidades, organizaciones civiles, trabajadores del sector público, agricultores y ecologistas, marchan este lunes en Costa Rica para expresar su oposición al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos (EEUU).
La movilización anti-TLC reunirá a miles de participantes que se trasladarán desde la estatua de León Cortés para llegar a la Asamblea Legislativa, donde los asistentes exigirán al gobierno de Oscar Arias que retire el convenio comercial extranjero firmado con EEUU.


Informaron los organizadores que la gran manifestación denominada "Gran marcha, un día por la Patria" estará encabezada por el rector del Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), Eugenio Trejos, y por Ottón Solís, jefe del opositor Partido Acción Ciudadana (PAC), y ex candidato presidencial.

La mayoría de los costarricenses se oponen a la firma del TLC con Washington por considerar que éste representa un retroceso en la evolución de la economía de la nación centroamericana, además de catalogarlo como "lesivo" para la soberanía nacional porque estiman que promueve la entrega de las riquezas del país a empresas transnacionales. Pese a que la ciudadanía de esta nación se opone a la firma del TLC, el gobierno de Oscar Arias insiste en que el convenio comercial sea aprobado por el Congreso antes de 30 de abril.

Costa Rica es el único de cinco países centroamericanos que no ha ratificado el TLC en su Congreso, requerimiento necesario para su definitiva aprobación. Ante este precedente los más de 50 mil de asistentes en la movilización buscan hacer un llamado al organismo legislativo para que éste analice de manera profunda las repercusiones del convenio comercial que aseguran perjudicará a instituciones del Estado, en particular al Instituto Costarricense de Electricidad y el Instituto Nacional de Seguros, que tendrían que ser privatizados.

No obstante, los organizadores han asegurado que la movilización será pacífica.

Entre tanto, para el presidente Arias aseguró que la marcha tiene "objetivos desestabilizadores". "Debemos decidir si seremos coherentes con nuestra historia o renunciaremos entre barricadas, rostros encapuchados y violencia a todas las tradiciones políticas que ha hecho grande a Costa Rica", recomendó. Arias apremió a los diputados para que se mantengan firmes y les destacó que "en esta hora crucial, les recuerdo que en la política el juez más importante es la historia, y que ella sabrá reconocer a quienes con carácter defiendan las instituciones democráticas en la hora de mayor peligro".

Contrario al pueblo, el gobierno costarricense asegura que el acuerdo comercial traerá inversiones y creará miles de fuentes de empleo.

Un Comando de los carteles de la droga de El Salvador.

Comando armado degolló a policías acusados asesinato de diputados salvadoreños.

Lunes, 26 de Febrero de 2007. - Los cuatro policías guatemaltecos acusados de matar a tres diputados salvadoreños del Parlamento Centroamericano (Parlacen) fueron degollados y tiroteados hoy por un comando armado que entró a la cárcel donde se encontraban detenidos, informaron a EFE fuentes oficiales.El jefe de la Dirección de Investigaciones Criminológicas de la Policía Nacional Civil de Guatemala, Víctor Soto, dijo que "los cuatro agentes fueron ejecutados a tiros en el interior de la prisión", sin dar más detalles del hecho.Sin embargo, internos del penal relataron que los agentes asesinados fueron primero degollados y posteriormente tiroteados.
Los capos de las Drogas de El Salvador y Guatemala que a la larga son lo mismo.

El hecho ocurrió en el interior de la prisión de máxima seguridad "El Boquerón" ubicada en la ciudad de Cuilapa, 66 kilómetros al este de la capital guatemalteca.Los agentes asesinados, identificados como Luis Arturo Herrera López, José Korki López Arreaga, José Adolfo Gutiérrez y Marvin Langen Escobar Méndez, fueron arrestados el pasado miércoles bajo la acusación de haber asesinado, la tarde del lunes, a los diputados salvadoreños al Parlacen William Pichinte, Eduardo D'Aubuisson y José Ramón González, además de su chófer, Gerardo Napoleón Ramírez, policía salvadoreño.Este hecho ocurrió en la carretera que de Guatemala conduce a El Salvador, a la altura de Villa Canales, y los asesinos quemaron los cuerpos de las víctimas y el vehículo.

Fuentes del Sistema Penitenciario de Guatemala, explicaron a medios locales que "un comando de hombres armados" ingresaron a "El Boquerón", amenazaron a los guardias de seguridad y al resto de reclusos y por varios minutos buscaron a los reos asesinados."Aún no hay una versión oficial de lo ocurrido, pero según han dicho los internos, los cuatro agentes fueron degollados y después recibieron varios disparos. El comando que los ejecutó huyó de inmediato del lugar", explicaron las fuentes.Según las autoridades guatemaltecas, el móvil del asesinato de los diputados salvadoreños y su chófer a manos de los agentes guatemaltecos muertos hoy en el interior de la presión, habría sido el narcotráfico.Más de 400 agentes de la PNC y miembros del Ejército, han ocupado la prisión y aislado a los reclusos que en su mayoría son integrantes de las peligrosas pandillas juveniles, para, según las fuentes, "evitar que se amotinen".El alcaide, el jefe de seguridad y tres agentes, según medios locales, fueron tomados como rehenes por parte de los reclusos.El ministro guatemalteco de Gobernación, Carlos Vielman, así como el director de la PNC, Erwin Sperense, han prometido dar una conferencia de prensa en las próximas horas para dar detalles de este hecho.

Un Gobiernos de Carteles de Droga

“El crimen organizado tiene amarres fuertes en el Estado”:
“Sólo una estructura que tenga amarres tan fuertes con el poder Estatal puede hacer lo que se hizo allí”, así reaccionó Beatrice de Carrillo, Procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos, al referirse al asesinato de los policías sospechosos de haber dado muerte a tres diputados del PARLACEN y de un miembro de la seguridad.Los 4 policías fueron asesinados, ayer tarde, dentro del Penal de Máxima Seguridad El Boquerón, en la ciudad de Guatemala.La funcionaria agregó que las autoridades guatemaltecas quedan en un “entredicho”, sobre la efectividad en dar seguridad a los internos que es una responsabilidad del Estado.“Es obvio, nadie va a creer que 4 simples policías por gusto, se arriesgarían a una pena de muerte al matar a los diputados extranjeros, me parece una locura, pero el hecho de haberlo ejecutado con tanta frialdad, dentro del centro penal, esto indica que el poder que esta detrás de eso… es grande”, agregóAsimismo, señaló que abrió un expediente donde espera un informe del director de la PNC, Rodrigo Ávila, sobre las pesquisas en el caso del asesinato de los diputados salvadoreños y ahora, las que se hagan en torno al asesinato de los policías.“Es mi deber constitucional como Procuradora conocer la actuación del Estado Salvadoreño, las investigaciones y si se ha respetado los procesos”, añadió.La funcionaria afirmó que el hecho afecta a toda la región centroamericana y en especial a Guatemala, El Salvador y Honduras, donde se ha comprobado irregularidades en el manejo de la seguridad de los centros penales y la investigación científica de los crímenes.“Aquí (El Salvador), en Apanteos ejecutaron a 2 jóvenes la semana pasada, como si fuera algo normal; el método de aparentar motines para hacer este tipo de hechos, es lo que vengo denunciando desde hace 6 años. No nos hagamos los santos y queriendo tirar la primera piedra, he pedido a mi homólogo en Guatemala que me informe sobre estos hechos”, puntualizó .Por su parte, la presidenta del país, en funciones, Vilma de Escobar, afirmó que este hecho no impedirá que el gobierno de El Salvador insista en la investigación del asesinato de los diputados y su motorista.“Sabemos que lo que ocurrió es lamentable e indica que existen altas esferas implicadas, nos sentimos preocupados, ante este tipo de acciones y nuestras autoridades de seguridad pública están reunidas en Casa Presidencial, para analizar la situación”, dijo.Sobre el giro que da el caso con el asesinato de los 4 policías, de Escobar afirmó que esperan una respuesta rápida de las autoridades guatemaltecas para esclarecer los hechos.“El presidente (Oscar) Berger desde el inicio ha dejado en evidencia su compromiso de profundizar en el caso. Sabemos que el manejo de la seguridad en los centros penales es difícil y si está involucrado el crimen organizado es delicado, pero esperamos una respuesta de las autoridades guatemaltecas”, sugirió.Mientras el vicecanciller de la república Eduardo Cálix, afirmó que las relaciones bilaterales tanto diplomáticas como comerciales, entre ambas naciones, no se han deteriorado con los hechos.

Saturday, February 24, 2007

Artista disfrazado de Bush en Nueva York invita a la gente a patearle el culo

Nueva York 23 feb. - Millones de personas en el mundo lograríamos un preciado sueño: darle una soberana y sabrosa patada en el culo al sátrapa George Bush. En Nueva York, un artista inglés presta este catárquico servicio. Vea la genial foto.
Un artista británico, Mark McGowan, se paseó este jueves por las calles de Nueva York disfrazado del Presidente estadounidense George W. Bush invitando a la gente a darle una patada en el trasero para “liberar algo de su frustración”.
Moviéndose a gatas por la explanada del Lincoln Center, con un cartel en el trasero que invitaba a patearlo, McGowan explicó que estaba rindiendo un servicio “a la gente de Estados Unidos, a la gente de Nueva York”.
“Ofrezco un servicio, un compromiso terapéutico, una experiencia catártica, darle una patada en el trasero a Bush y tratar de liberar algo de frustración”.
McGowan estará 72 horas paseándose de esa forma y exponiendo sus posaderas, convenientemente protegidas, a las iras del público.
La inusual presentación es el aporte del británico a la feria de arte contemporáneo Scope, que se celebra en Nueva York hasta el 26 de febrero.
Uno de los primeros en patear el trasero del Presidente fue un policía de Nueva York, que no dio su nombre, pero que dijo sentirse fenomenalmente tras el gesto.
El oficial aseguró que disfrutó hacerlo y que “Bush ya ha metido a este país en demasiados problemas y merece una buena patada”.

Friday, February 23, 2007

Tambores de guerra en Washington

Cada vez más cerca la posibilidad de un ataque contra IránTambores de guerra en Washington o la última posibilidad de Bush.
Alan Woods
Argenpress
El sonido de los tambores de guerra están una vez más reverberando en los corredores de poder en Washington. A pesar de todas las negativas oficiales, hay claros signos de que la camarilla que está en la Casa Blanca está contemplando con seriedad llevar a cabo ataques aéreos contra Irán. Desde esta página web nunca creímos que EEUU invadiría Irán. Si lo hacía eso sería encontrarse con un pueblo en pie que lucharía hasta la muerte para echarles. Además, Irán tiene un ejército poderoso que sería bastante capaz de enfrentarse a las fuerzas norteamericanas y romperles la nariz. Teherán recientemente compró misiles capaces de atacar barcos de guerra norteamericanos en el Mediterráneo. Un ataque a Irán tendría consecuencias imprevistas. Una guerra terrestre en Irán está por tanto descartada. Pero los ataques aéreos son otra cuestión. Tanto Washington como Tel Aviv están alarmados ante la perspectiva de un Irán armado con armas nucleares y Arabia Saudita lo está aún más. George Bush y la camarilla gobernante de derechas que le asesora está defendiendo en público un “primer ataque” contra las instalaciones iraníes que según ellos están fabricando armas nucleares. Es bastante probable que en algún momento puede poner en práctica estas amenazas, ya sea directamente o, si pudieran zafarse de esto, utilizando la fuerza aérea israelí. La verdadera razón de esta nueva beligerancia es que están perdiendo la guerra en Irak. Bush está intentando culpar de todos sus problemas al apoyo iraní a la insurgencia. Pero esto está muy lejos de la realidad. Con o sin la participación iraní, la insurgencia en Irak continuaría infligiendo bajas a las fuerzas estadounidenses. Por su parte, Ahmedinayad está jugando a un juego peligroso. Está utilizando el sentimiento antiimperialista natural de las masas iraníes para apuntalar el régimen de los mulás, que después de casi treinta años en el poder es tremendamente impopular. Para conseguir apoyo, está intentando basarse en el anti-americanismo y la hostilidad hacia Israel. La celebración de una conferencia que pretendía demostrar que el Holocausto fue un fraude, era una clara provocación a Israel, donde la clase dominante está buscando una excusa para castigar a Irán y recuperar algo del prestigio perdido cuando recibió un golpe en las narices por parte de Hezbolá en Líbano. Sin embargo, la postura de Ahmedinayad no es tan fuerte como podría parecer. Las recientes elecciones demostraron una caída de apoyo a su gobierno de línea dura y un aumento del apoyo de los “reformadores”. Está bajo la presión del clero islámico que temen llevar la situación demasiado lejos. Están intentando empujarle hacia una posición más “moderada” y contenerle. Su comportamiento y declaraciones recientes parecerían confirmar que él está doblegándose a esta presión. Si se intensificara la situación e Israel bombardeara Irán, esto llevaría a una explosión de furia a través de todo Oriente Medio y más allá. Sin embargo, no está claro que los propios israelíes estuvieran dispuestos a hacer el trabajo sucio para Washington (aunque a los halcones sionistas les gustaría hacerlo). Están en una situación difícil después de la debacle del año pasado en Líbano. Por lo tanto, Bush puede no tener otra alternativa que la de dar la orden él mismo. Bush ha estado haciendo declaraciones contradictorias, en un momento diciendo que no tenía intención de atacar Irán, en otro pronunciando discursos rimbombantes sobre cómo iba a detener tanto a Siria como a Irán. Esto refleja las distintas presiones bajo las que está en EEUU. El hecho es que él está trasladando el material militar necesario a la región del Golfo que le permitiría bombardear Irán. Este hecho va acompañado con más de cien negativas verbales por parte de Bush. Pero si bombardea Irán las consecuencias serán enormes.
La derrota en Irak
Debemos recordar que el ejército norteamericano sólo invadió Irak cuando ya estaba de rodillas, desangrado por años de sanciones y con sus fuerzas armadas seriamente debilitadas. Desde un punto de vista estrictamente militar, el resultado de la invasión encabezada por EEUU de Irak nunca estuvo en duda. Las fuerzas de la coalición tomaron Bagdad con una relativa facilidad. Incluso así, lo que parecía una victoria relativamente fácil se ha convertido en una pesadilla para EEUU. Con 150.000 soldados armados con el armamento más moderno y sofisticado, apoyados por satélites, las fuerzas estadounidenses han fracasado totalmente en su objetivo. Irak ahora está en una situación de absoluto caos. El coste para EEUU es extremadamente elevado y continúa aumentando en todo momento. Los estadounidenses ya han perdido más de 3.000 soldados y han sufrido miles de heridos. En cuanto al número de bajas iraquíes, nadie sabe cuál es la situación real, pero algunos cálculos sitúan esa cifra en medio millones de personas. Esto es conocido, en la fría jerga sangrienta del Pentágono, como “daño colateral”. El objetivo de esta guerra, como de cualquier guerra imperialista, es simple: saqueo. La camarilla derechista que rodea a George Bush hablaba mucho sobre la “introducción de la democracia en Oriente Medio”, hablar ahora sobre eso sólo se encuentra con sonrisas irónicas en los corredores del Congreso. En realidad, detrás de la cara sonriente de la “democracia norteamericana”, estaba (y siempre está) la avaricia voraz de los grandes monopolios, los barones del petróleo (con estrechos vínculos con George Bush y su familia, además de Condoleezza Rice) y grandes empresas contratistas como Halliburton (con vínculos estrechos con Dick Cheney). George W. Bush, este reaccionario texano, inmediatamente se rodeó de personas similares a él: reaccionarios tenaces como Donald Rumsfeld y Dick Cheney. Ellos tenían una camarilla de asesores, intolerantes religiosos de derechas y fanáticos del libre mercado, como John Bolton y Paul Wolfowitz. Este último ahora ha sido recompensado por sus servicios prestados al ser nombrado presidente del Banco Mundial, en cuyo papel ha adquirido recientemente fama mundial al presentarse en una mezquita turca con agujeros en los calcetines. El problema con la derecha republicana, sin embargo, no son tanto los agujeros en los calcetines como los que tienen en sus cerebros. Desde el mismo principio esta camarilla de fanáticos religiosos de derechas tuvo un firme control sobre el pensamiento del presidente (si se puede utilizar adecuadamente este término que describe las actividades que suceden dentro del cráneo de George W. Bush). Un nombre sin una educación apreciable, cuyos horizontes intelectuales no parecen ir más allá de los límites de su rancho tejano y cuyo conocimiento de la literatura mundial no va más allá del Primer Libro del Génesis, escuchó gustosamente las fantasías macabras de esta banda de charlatanes y maleantes, especialmente cuando mencionaban la palabra mágica petróleo. Mucho antes del 11 de septiembre, es bien conocido que esta banda había elaborado un plan para atacar Irán. Esto no tenía nada que ver con Al Qaeda (que entonces estaba totalmente ausente de Irak) ni con armas de destrucción masiva (que no existían), y ciertamente no eran el producto de ningún deseo ardiente de ayudar al pueblo iraquí y restaurar la democracia. Detrás de todas las maravillosas frases encontraremos los desnudos intereses de los grandes monopolios, codiciosos por poner las manos en el petróleo de Irak. Sin embargo, como en política la codicia por el beneficio no suele inspirar demasiado entusiasmo entre la opinión pública, ni despiertan el espíritu de lucha necesario para conseguir apoyo, o al menos el consentimiento pasivo, en una guerra se deben encontrar otros factores motivadores. Para la camarilla dominante en Washington, los acontecimientos del 11 de septiembre llegaron como un maná caído del cielo. De la noche a la mañana encontraron la excusa necesaria para poner en práctica los planes que ellos habían estado encubando por detrás de las espaldas del pueblo estadounidense.
La ambición personal de Bush
La principal motivación para la carnicería brutal de Irak era tanto económica como política: el deseo de ocupar y saquear las enormes reservas petroleras iraquíes y la determinación de aplastar un régimen que no estaba dispuesto a “cooperar” con los objetivos del imperialismo norteamericano en el estratégicamente vital Oriente Medio. Sin embargo, para George W. Bush había sin duda otra motivación adicional, de una naturaleza más personal. George Bush padre había presidido la Primera Guerra del Golfo, que consiguió su objetivo inmediato (echar a Irak de Kuwait) pero no el objetivo real: derrocar a Sadán Hussein. En aquel momento los estrategas del Capital en Washington consideraron la posibilidad de invadir Irak pero la descartaron. Pensaron que los riesgos eran demasiado grandes. Así que el ejército estadounidense se quedó en la periferia de Irak. Miraron hacia el abismo y se retiraron. Esto fue considerado por los apóstoles de la derecha republicana como un acto de debilidad imperdonable, rayando la alta traición. Ahora tenían un pupilo dispuesto en la Casa Blanca y no iban a desperdiciar la oportunidad. “No seas tan debilucho como tu padre” susurraban a la atenta oreja de George W. Bush. “Puedes triunfar donde él fracasó. Puedes hacerlo. ¡EEUU es grande! Dios está de nuestra parte. ¡Hagámoslo!” Y George W. Bush escuchaba. En su pecho ardía una sed inagotable de Gloria, hacer algo grande por EEUU. ¡Maldición! “¡Aparecer en los libros de historia!” Este ultimo punto sin duda lo conseguirá, pero no exactamente de la forma en que él quería. Personalmente, George W. Bush es un cobarde y un pelele. Eludió el servicio militar durante la Guerra de Vientam. Pero como todos los cobardes y debiluchos, le gusta proyectar la imagen de un hombre fuerte. De ahí la absurda charada cuando apareció vestido con traje militar (aunque fuera un desertor del ejército) y con chaleco antibalas (aunque no hubiera ninguna bala a la vista) a bordo de un barco de guerra norteamericano (¿no podía encontrar un lugar de aterrizaje más adecuado?) para anunciar ante las ovaciones de los marineros: “Misión cumplida” Sólo cuatro años más tarde la misión está muy lejos de estar cumplida. Todo lo contrario, la misión ha terminado en un fracaso ignominioso y Bush está luchando por rescatar algo de los restos del naufragio, mientras que públicamente grita que la victoria es aún posible (es dudoso de que incluso él se crea esto).
La clase dominante estadounidense está alarmada
Ni la potencia más rica sobre la Tierra puede tolerar durante tanto tiempo una hemorragia de sangre, sudor y oro. Cuatro años después de la invasión, más de 3.000 soldados norteamericanos han muerto y se han gastado más de 300.000 millones de dólares. Las últimas elecciones al Congreso demostraron claramente que la mayoría de los estadounidenses han perdido la esperanza y quieren salir de Irak. Pero George W. Bush piensa de otra manera. Sigue firmemente convencido de que la “victoria” está a la vuelta de la esquina, y que Oriente Medio está ansiosamente esperando las bendiciones de la democracia estadounidense. La clase dominante de EEUU está alarmada. En un intento de inyecto algún elemento de pensamiento racional en el procedimiento, preparó la creación de una comisión especial sobre Irak (el Grupo de Estudios Iraquíes) copresidida por James Baker, un antiguo secretario de estado. Esta era una comisión bipartidista encabezada por un veterano estadista que es un representante de más confianza para el establishment norteamericano que el presidente titular de la Casa Blanca. Lo que recomendaba el Grupo de Estudios Iraquíes tenía al menos algo de sentido desde el punto de vista del imperialismo norteamericano. En realidad decía: “Debemos aceptar los hechos: hemos perdido la guerra en Irak. Es inútil continuar un conflicto invencible. Debemos reducir nuestras pérdidas y salir lo antes posible. Por supuesto, no podemos hacer esto inmediatamente porque eso significaría el caos. Debemos construir un gobierno, un estado y un ejército iraquíes estables. Eso significa que debemos tener un gobierno de coalición. Esto sólo es posible si conseguimos también la ayuda de Siria e Irán. Por lo tanto debemos comenzar construyendo puentes con estos estados”. Sí, desde el punto de vista del imperialismo norteamericano este era muy buen consejo. ¿Cuál fue la reacción de George Bush? Ignoró la estrategia de “retirada controlada” defendida por el Grupo de Estudios Iraquíes y en su lugar defendió la teoría del “oleaje”, una idea propuesta por el Instituto de Empresa Americana (IEA), un comité de expertos de derechas, apoyados por Jack Keane, un general retirado de cuatro estrellas y antiguo vicejefe del estado mayor del ejército. El general Keane estaba detrás de un informe del IEA llamado “Eligiendo la victoria: un plan para el éxito en Irak”, escrito por Frederick Kagan, un académico militar y publicado el 5 de enero. Este defendía un envío de tropas de aproximadamente 35.000 soldados. La seguridad, según escribía Kagan, era la precondición para una solución política, no había otra opción. Sólo ofreciendo una protección creíble los estadounidenses podrían socavar el apoyo a las milicias. Pero en realidad, no se puede garantizar ninguna seguridad ni siquiera con tres veces ese número de soldados. Todos estos lunáticos de derechos pasan por alto el pequeño detalle de que el ejército estadounidense ya está excesivamente forzado. En un discurso televisado para todo el país el 10 de enero, el presidente anunció que enviaría más de 20.000 soldados extras a Irak, en su mayor parte para ayudar a las fuerzas iraquíes en su nueva campaña para asegurar Bagdad. Unos 4.000 soldados serían enviados a la violenta provincia occidental de Anbar. Unidades norteamericanas se “incrustarán” dentro de las formaciones iraquíes para ayudarles a arrebatar los barrios a los grupos armados. El nuevo esfuerzo militar será complementado con medidas económicas, políticas y diplomáticas. Los comandantes y funcionarios estadounidenses tendrán más autoridad para gastar dinero, se nombra un “coordinador para la reconstrucción” en Bagdad y el primer ministro iraquí, Nuri al-Miliki, tendrá una “cota” política firme. En otras palabras, Bush ha hecho un corte de mangas a Baker y al Grupo de Estudios Iraquíes. Ha rechazado llegar a un acuerdo con Irán y Siria. En su lugar, acusó a estos países de ser la causa de la violencia en Irak. Confirmó el despliegue de un grupo extra de portaaviones de ataque y baterías antimisiles Patriot en Oriente Medio. Esto fue un aviso de que no sólo está dispuesto a intensificar la implicación militar de EEUU en Irak, sino que también se guarda la opción de un ataque militar contra Irán.
El programa nuclear de Teherán
La excusa de esto es la sospecha de desarrollo de armas nucleares por parte de Teherán. Es bastante obvio que los iraníes están realmente intentando desarrollar tecnología nuclear. Teherán alega que es para usos pacíficos. Puede que sí, pero es difícil entender por qué un país que está asentado sobre unas inmensas reservas de petróleo y gas necesitaría desarrollar energía nuclear. Si se trata de desarrollar fuentes alternativas de energía, hay mucho sol para la energía solar. Por lo tanto, la adquisición de energía nuclear debe estar relacionada con propósitos militares. Esta es la causa del enojo justificado de Washington, París, Londres y Tel Aviv. Todas las naciones antes mencionadas poseen armas nucleares. Así que su objeción no puede estar basada en razones morales o pacifistas. No tienen objeciones de principios a las armas nucleares. Sólo ponen objeciones a que otros pueblos posean este tipo de cosas. Tan intenso es su disgusto a que otros países tengan armas nucleares que George Bush y su perrito faldero en el número diez de Downing Street (un hombre devotamente religioso con un cariño apasionado hacia las armas nucleares de Gran Bretaña) invadieron Irak, un estado supuestamente soberano, porque ellos “sospechaban” (o decía sospechar) que tenía “armas de destrucción masiva”. Todos sabemos ahora que esto era mentira. Irak no tenía este tipo de armas. Si las hubiera tenido quizá los agresores que han destrozado el país y lo han convertido en ruinas se lo habrían pensado dos veces antes de invadirlo. Lo cierto es que EEUU no ha intentado invadir Corea del Norte, que se burla abiertamente ante Washington y públicamente alardea de su arsenal nuclear. Washington se queja y murmura amenazas pero no hace nada. Como todos los bravucones, el imperialismo estadounidense sólo ataca al débil, pero evita atacar un país que tenga capacidad y esté dispuesto a defenderse. Las lecciones de todo esto no pasan desapercibidas para Teherán. Si Sadám Hussein fue derrotado, al menos en parte, porque no tenían miedo de que él tuviera armas de destrucción masiva, entonces lo más juicioso sería conseguir algunas y más pronto que tarde. Desde el punto de vista de la moralidad, esto puede que sea muy lamentable, pero desde el punto de vista militar la lógica es impecable. Desgraciadamente, la experiencia reciente de Irak demuestra que el mundo no se rige estrictamente según las leyes de la moralidad y que las armas juegan un papel determinado en el mundo.
La mayoría de los iraquíes quieren a las tropas de EEUU fuera.

El hecho claro es que los estadounidenses han sido derrotados en Irak, no debido a la interferencia extranjera, ya sea de Siria, Irán o cualquier otro país, sino porque la aplastante mayoría de los iraquíes no los quieren allí. Este hecho se puede ver en todas las encuestas publicadas y en todas las entrevistas con gente en las calles de Bagdad y Basora. La respuesta siempre es la misma ya sea chií o suní el entrevistado: “Queremos que los invasores se vayan”. George W. Bush, con su infinita sabiduría, ha decidido que el culpable real de la insurgencia está en Damasco o Teherán. Promete “detener la interferencia de Irán y Siria, destruir sus redes”, pero no dice nada sobre la burda interferencia de los estadounidenses en los asuntos internos iraquíes. No menciona el hecho de que, cuatro años después de la brutal violación de su soberanía nacional por parte de EEUU y sus aliados, Irak todavía es un país ocupado sin voluntad propia, incapaz de decidir su propio destino. La culpa de esta tragedia no está en la puerta de Siria e Irán, sino en la de EEUU, Gran Bretaña y en la llamada “coalición de aliados”, es decir, sus socios de crimen. Increíblemente, parece que Bush, en lugar de aprender su lección, se está preparando para repetir su metedura de pata original pero a una escala aún mayor. Constantemente provoca a Irán, buscando un pretexto para llevar a cabo algún tipo de acción militar. De este modo, el 11 de enero, tropas estadounidenses asaltaron la oficina consular iraní en el norte de Irak. Más recientemente, dice que más de cien hombres de servicio norteamericanos han sido asesinados en Irak con armas fabricadas en Irán y que tienen “prueba” de esto. Estas declaraciones nos recuerdan forzosamente el tipo de pretensiones violentas sobre las armas de destrucción de masas que fueron utilizadas para preparar a la opinión pública para la destrucción de Irak. En su discurso de enero, Bush admitió que había cometido “errores” (sin especificar), pero después pasó a aceptar que era probable que más estadounidenses murieran, y dijo a su audiencia que no esperase “una ceremonia de rendición sobre la cubierta de un barco de guerra”. La guerra, dijo Bush, era parte de la “lucha ideológica decisiva de nuestra época”. El fracaso sería una catástrofe: la caída del gobierno iraquí, “asesinatos de masas a una escala inimaginable”, el fortalecimiento del Islam radical a través de Oriente Medio, peligro para los gobiernos moderados, la creación de un paraíso seguro terrorista e Irán envalentonado para la construcción de bombas atómicas. Después de haber tranquilizado los nervios de la nación norteamericana, el presidente pasó triunfalmente a presentar su solución: decidió redoblar el esfuerzo bélico enviando más de 20.000 soldados nuevos a Irak.
La memoria de Richad Nixon
Este tipo de comportamiento recuerda mucho al del presidente Richard Nixon los últimos años de su presidencia. Cuando ya estaba claro para los estrategas del Capital que la guerra en Vietnam era una causa perdida, que era necesario encontrar una estrategia de salida, Nixon tercamente decidió luchar e incluyo extender la guerra a Camboya, donde las fuerzas estadounidenses estaban realizando una guerra secreta contra las guerrillas “comunistas”. Esto llevó a un aumento de la protesta dentro de EEUU y a una radicalización general, especialmente de los jóvenes y con tintes revolucionarios. El ambiente de los soldados norteamericanos en Vietnam era abiertamente de rebeldía, con casos frecuentes de insubordinación e incluso asesinato de oficiales. Un general estadounidense incluso comparó el ambiente de los soldados norteamericanos con el de la guarnición de Petrogrado en 1917. Frente a esta situación, la clase dominante norteamericana decidió librarse de Nixon, a quien veían como un desequilibrado fuera de control. El establishment tiene maneras y medios de hacer este tipo de cosas sin recurrir a unas elecciones. Crearon un escándalo, el célebre caso Watergate, para acabar con él, en realidad fue un golpe palaciego. Esto no tuvo nada que ver con los asuntos en cierta forma triviales que aparecieron en el Juicio Watergate que sólo era el tipo de embuste menor que ocurre continuamente tras bambalinas en la política norteamericana. Nixon fue destituido pero por razones más importantes: porque era un aventurero que se había sobrepasado y escapado al control del establishment, es decir, en los consejos de administración de los grandes bancos y monopolios que realmente gobiernan EEUU. Como Nixon, Bush ahora se encuentra casi solo. Su única base de apoyo consiste en la camarilla de fanáticos derechistas de la Casa Blanca. Obviamente ellos estaban convencidos para ignorar el consejo del Grupo de Estudios Iraquíes (es decir, ir en contra del establishment). La camarilla derechista le aconsejaron contra cualquier acuerdo con Siria e Irán. John Bolton, el mayor bocazas de esta banda derechista, ahora exige de manera beligerante medidas contra Irán. En otras palabras, están empujando a EEUU hacia el abismo. Este comportamiento insano ahora está provocando alarma en los círculos militares. El general John Abizaid, el jefe del Mando Central que supervisa la estrategia norteamericana en Irak y Afganistán, ha rechazado la idea de una “oleada” de fuerzas. Sólo hace tres meses dijo ante una comparecencia en el Senado que aumentar el nivel de tropas a 20.000 más sólo tendría un “efecto temporal” en la seguridad. Pero que eso retrasaría el día en que las fuerzas iraquíes tomarían el control y, si se prolongaba, pondría una carga insoportable sobre las fuerzas terrestres estadounidenses que ya están más allá de los límites de resistencia. En el pasado, George W. Bush siempre dijo que él defería de sus jefes militares pero en esta ocasión es que no ha seguido su consejo. En su lugar, destituyó al general Abizaid y remodeló las figuras claves de su equipo iraquí. El general John Casey, el comandante en Irak, ha sido “ascendido” para convertirse en el jefe del estado mayor. El embajador en Bagdad, Zalmay Khalilzad, ha sido enviado a las Naciones Unidas.

Ganar las mentes y los corazones… ¡a punta de pistola!
Bagdad, la ciudad más poblada de Irak, con 6 millones de habitantes de todas los grupos religiosos y étnicos, ahora está al borde de una guerra sectaria sangrienta que diariamente cuesta la vida a docenas o cientos de personas inocentes. El imperialismo estadounidense es el que ha creado las condiciones para esta carnicería, cuando se basó en la población chií en contra de la base suní del régimen de Sadám Hussein. Creó un monstruo de Frankestein que ahora se le ha escapado de control, como ocurrió anteriormente con Bin Laden y los talibanes. Los norteamericanos han intentado perseguir la estrategia conocida como “mancha de petróleo”, establecer zonas de estabilidad que, con el tiempo, se extenderían. En algunas zonas rurales donde las fuerzas norteamericanas pueden controlar las rutas de acceso y donde pueden conseguir el apoyo de los jefes tribales a través del soborno, puede que hayan tenido algo de éxito. Pero en las atestadas callejuelas y mercados de Bagdad esta estrategia está condenada al fracaso. La operación conjunta norteamericana-iraquí del pasado verano, con el nombre en clave de “Avanzar juntos”, fue seguida por la ronda de asesinatos más violentas jamás visto en la ciudad. Los estrategas de la oleada como el general Keane, nos aseguran confiados que “en esta ocasión será totalmente diferente”. ¿Cuántas veces hemos escuchado estas expresiones antes? Es la psicología de un jugados que ha perdido cada penique pero todavía cree que puede recuperar todas sus pérdidas y hacer fortuna con la última tirada desesperada. Las propuestas del general Keane supone sustancialmente más tropas, cinco brigadas más, estadounidenses en Bagdad, que se sumarían a las cuatro que ya están allí, y 18 (más pequeñas) brigadas de policías y soldados iraquíes. Esto, según dice él, permitirá a las fuerzas norteamericanas no sólo limpiar los barrios de insurgentes, sino también poder quedarse y garantizar inmediatamente el desarrollo económico. Los iraquíes se tranquilizarán con la presencia de más soldados extranjeros dispuestos a derribar sus puertas a las tres de la mañana, además de las bendiciones de un número infinito de asesores y constructores con contratos lucrativos de Halliburton y compañía. La verdadera novedad de esta nueva doctrina es que los soldados norteamericanos ya no estarán dedicados a la anti-insurgencia como hasta ahora. Así que podrán realizar “trabajo social armado”. Así que después de derribarte la puerta de tu casa a avanzadas horas de la madrugada, arrestar a cada hombre lo suficiente mayor para manejar un rifle e intimidar la vida de todas las mujeres y niños, después producirán carnés de identificación que demostrarán de manera concluyente que lo ocurrido no es represión violenta sino “trabajo social armado”. Esto proporcionaría un material maravilloso para una película de los Hermanos Marx, sólo que el tema es demasiado serio. La prioridad de las tropas sería ganar el apoyo y la confianza de los civiles, esto es lo que dice el general Keane, y por tanto conseguir la información esencial para identificar al enemigo. ¡Un minuto! ¿No hemos escuchado esto antes? ¡Sí! Aquellos que tenemos la suficiente memoria recordaremos que en Vietnam el objetivo declarado de las fuerzas ocupantes norteamericanas era “ganar las mentes y los corazones” de los vietnamitas y así socavar el apoyo de los insurgentes. Este objetivo se cumpliría con métodos amables de persuasión como forzar a comunidades enteras a punta de pistola para entrar en campos de concentración conocidos como “aldeas armadas”, que crearían una oleada de buena voluntad hacia los estadounidenses, esto es lo que aumentó el número de voluntarios en las filas de las guerrillas. No tenemos duda de que el “trabajo social armado” del general Keane tendrá un efecto similar. En cualquier caso, la idea es ridícula. La verdad es que los norteamericanos carecen del número y los iraquíes carecen de capacidad, para controlar las zonas y menos aún para reconstruirlas. The Economist (13/1/07) comenta lo siguiente: “La contrainsurgencia requiere ‘enormes recursos’ de mano de obra y mucho aguante en EEUU, dice el manual. Décadas después de suprimir la idea de las ‘guerras pequeñas’ de sus libros de texto tras el trauma de Vietnam, los oficiales estadounidenses están volviendo a aprender las lecciones de la vida dura. “En el corazón de la doctrina de la contrainsurgencia está la idea de ganar a la mayoría ‘pasiva’ no comprometida. Pero después de tanto asesinato y de destrozar las esperanzas, puede que no queden demasiadas alambradas hermanas en Bagdad. Las encuestas iraquíes no son muy fiables, pero demuestran una tendencia creciente a apoyar los asesinatos de estadounidenses. Una encuesta publicada en septiembre decía que el 61 por ciento de los iraquíes, incluida la mayoría de chiíes y casi todos los suníes, aprobaban los ataques contra las fuerzas de la coalición. “Más tropas norteamericanas puede que si o puede que no traigan más seguridad. Pero sí ofrecerán más objetivos para los disparos de los insurgentes, reforzará más el resentimiento de los iraquíes contra la ocupación. Podría morir más civiles, ya sea por error, descuido o cosas peores. Un general británico con experiencia en Irak cree que más tropas norteamericanas no resolverán el problema. ‘Puede que observen tranquilos durante el día como pasan los Humvees, pero las milicias regresarán por la noche, asesinando e intimidando’”. El propio manual de contrainsurgencia del ejército norteamericano recomienda una estrategia de saturación de 20-25 miembros de las fuerzas de seguridad por cada 1.000 civiles: el tipo de relación utilizada cuando los soldados de la OTAN entraron en Kosovo en 1999. Para un país del tamaño de Irak eso significa 535.000-670.000 soldados y policías. La coalición dirigida por EEUU invadió Irak con menos de 200.000 hombres y mujeres. Hoy sólo hay 150.000 soldados norteamericanos, británicos y de otros países. The Economist continúa: “Incluso contando las fuerzas de seguridad iraquíes, el total está por debajo de los 473.000 y eso ignora su debilidad. Muchos miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes se ausentan cotidianamente, el ejército sólo en parte es capaz de llevar a cabo sus tareas y las fuerza de policía a menudo es corrupta y está infiltrada por las milicias”. Para marcar alguna diferencia, Bush necesitaría una fuerza ocupante de medio millón de tropas norteamericana, dispuestas a cometer cualquier atrocidad contra la población. Pero no tiene ese instrumento. Todo lo contrario, el ejército norteamericano está seriamente al límite. EEUU ha heredado el papel que jugó Gran Bretaña en el siglo XIX, el de policía mundial. Pero ese era el período de ascenso del capitalismo y Gran Bretaña conseguía beneficios de la explotación de sus colonias en Africa y Asia. Ahora las cosas son diferentes. La época de decadencia imperialista.
Estamos en la época de decadencia imperialista. Esto se expresa en turbulencia universal e inestabilidad a escala global. Una guerra sigue a otra, el terrorismo se extiende como una epidemia incontrolable. Estos son síntomas de una enfermedad subyacente del sistema capitalista a escala mundial. Lejos de beneficiarse de su superioridad militar y económica, que dejan al poder del Imperio Romano como un juego de niños, para EEUU su papel mundial como una carga aún más intolerable. Aparte del drenaje colosal de sus recursos, está la cuestión de los efectos políticos en casa y los efectos en la moral de sus fuerzas armadas. The Economist pone una nota de advertencia: “El ritmo de rotación de tropas en Irak y Afganistán ya supera las directrices marcadas por el Pentágono: dos años en casa por cada año de operaciones en el extranjero para un soldado a tiempo completo, seis años de descanso por cada reservista que son los que forman casi la mitad de la actual fuerza en Irak. El equipamiento que se destruye en la batalla o se gasta debe ser sustituido mucho más rápido. Un ejército más grande ayudaría, pero se tardaría años en reclutar y entrenar nuevas unidades de combate. “Nadie sabe cuál es el límite que podrán soportar las fuerzas terrestres. Los comandantes están preocupados por cualquier signo de daño en la moral, como la evidencia anecdótica del aumento de los divorcios entre los hombres en servicio. Una encuesta publicada en Military Times el mes pasado encontraba una caída del apoyo a la guerra. Sólo el 41 por ciento aprobaba la decisión de ir a la guerra, comparado con el 56 por ciento de un año antes. El pasado mes de junio Ehren Watada, un teniente del ejército, se convirtió en el primer oficial que se negó a servir en Irak. Dijo que la guerra ‘no sólo moralmente estaba equivocada sino que era una violación terrible de la ley estadounidense’”. A pesar de las tensiones sobre las fuerzas norteamericanas descritas arriba, Bush ha decidido tensar aún más el ejército. La “oleada” conseguirá aumentar el servicio de las tropas en Irak, acelerando el despliegue de tropas que estaba previsto llegaran a finales de este año, aumentando además el período de deber de los reservistas hasta 2008. El general Keane insiste en que su “oleada” puede prolongarse más de dos años. Esta es una estrategia muy arriesgada y puede tener consecuencias imprevistas. La situación todavía no ha alcanzado los niveles de la guerra de Vietnam pero se encamina en esa dirección. The Economist concluye: “El riesgo que, como en el pasado, los insurgentes esperarán a que los estadounidenses se marchen o llevarán los asesinatos a zonas donde hay menos soldados”. El problema principal es que los insurgentes tienen el apoyo de la población y pueden aparecer y reaparecer antes de que los estadounidenses tengan oportunidad de actuar. Los insurgentes normalmente no se distinguen de los iraquíes normales y no hay líneas de frente definidas. Esto significa que inevitablemente habrá más atrocidades contra la población civil y esto creará un odio aún mayor contra los invasores extranjeros y más reclutas para los insurgentes. Por cada combatiente que maten los norteamericanos, habrá cinco, diez o veinte que ocuparán su lugar. La situación es aún más complicada por la violencia sectaria entre suníes y chiíes. Las llamas de esta pesadilla en primer lugar fueron iniciadas por los estadounidenses. Al apoyar a los chiíes anteriormente oprimidos para que se volvieran contra sus maestros suníes, han creado una atmósfera favorable para el establecimiento de milicias chiíes. Nombrando a un gobierno dominado por sus aliados, los chiíes y los kurdos, han creado un sentimiento entre los suníes de que están excluidos y marginados del poder. Esto creó la base para la actual violencia sectaria. Bush dice que las fuerzas iraquíes y estadounidenses tendrán “luz verde” para ir a cualquier parte de Bagdad. Pero incluso el ligeramente desquiciado general Keane no piensa que sea juicioso por ahora intentar entrar en Sadr City, el bastión de Muqtada al-Sadr, el clérigo militante chií y líder del Ejército Mahdi anti-norteamericano. Todo lo que han conseguido las elecciones es englobar las divisiones étnicas del país en su política. Y cada día que pasa EEUU está perdiendo sus medios de influencia. El desventurado gobierno Maliki no ha conseguido ninguno de los objetivos puestos por Washington: el reparto de los ingresos del petróleo, gastar 10.000 millones de dólares en la reconstrucción, celebrar elecciones provinciales, revisar la constitución federal y el proceso “des-baathificador”. Todo esto es inútil cuando el poder real se disputa cada día en las calles de Bagdad entre las fuerzas norteamericanas y los insurgentes. El gobierno está suspendido en el aire. Frustrado por el obvio callejón sin salida, Bush ahora intenta culpar a Irán de todos sus problemas en Irak. Está claro que Irán está interviniendo al lado de los chiíes en Irak y probablemente les envíe armas para ayudarles. Es igualmente cierto que Arabia Saudí está ayudando a los suníes y enviando armas y dinero. La reaccionaria monarquía saudí está aterrorizada ante la posibilidad de que el colapso de Irak lleve a un aumento enorme del poder de Irán en la región. Pero como George Bush y su familia tienen excelentes relaciones con la camarilla dominante saudí, no consideran conveniente girar el dedo acusador hacia la Casa Saud.Se está preparando una crisis política seria en EEUU.
Tarde o temprano esta situación llevará a una crisis política seria en EEUU. Teóricamente, pueden negarle el dinero para la guerra. Pero esto llevaría a una crisis constitucional en EEUU y a los Demócratas normalmente les entra miedo en el momento decisivo. Sin embargo, está claro que un sector cada vez mayor de la clase dominante está cansada de las tácticas aventureras de Bush y tiene aún más miedo por las consecuencias a largo plazo para EEUU. El Congreso ha utilizado su poder en el pasado, como en los últimos dos años de la guerra de Vietnam. Esto tiene sus peligros. Podría permitir a los Republicanos acusar a los Demócratas de traición cuando la guerra se pierda. Por ahora, están considerando sólo un “voto no vinculante” de protesta simbólico que, en palabras del senador Joseph Biden, “demostraría al presidente que está solo”. Podrían también bloquear el aumento de soldados en Irak. Ellos han insistido en que el presidente debe consultar al Congreso antes de hacer algo contra Irán. Los intereses de las grandes empresas que realmente controlan EEUU no están preocupados por pequeños detalles como la democracia. Normalmente prefieren una democracia parlamentaria burguesa porque es el sistema más económico para ellas. Eso les permite dirigir el país en silencio sin que nadie lo perciba. La mayoría de los ciudadanos norteamericanos están equivocados sobre quién realmente les gobierna, cuando en la práctica los Demócratas y los Republicanos son sólo dos sectores de la misma clase dominante que controla el Congreso, como también controla la tierra, los bancos y las grandes empresas, los periódicos, la radio y la televisión. Por regla general, los grandes capitalistas prefieren a los Republicanos, el partido natural de las grandes empresas y por tanto, el partido natural de gobierno. Los Republicanos defienden (o solían hacerlo) un gobierno barato, bajos impuestos, menos interferencia del gobierno en las empresas, un dólar fuerte, presupuestos equilibrados. Este es el tipo de programa de las grandes empresas, especialmente del capital financiero. Pero ocasionalmente, un gobierno republicano puede entrar en problemas. Entonces las grandes empresas recurren a los servicios de su partido de reserve, los Demócratas. Cambian con ligereza del pie derecho al izquierdo, sin que pierdan ningún átomo de poder sobre los asuntos de la nación. Por lo tanto, cuando George W. Bush llegó al poder (con métodos bastante cuestionables), las botellas de champagne sin duda corrieron por Wall Street. Aquí llegaba un presidente a imagen de la clase dominante norteamericana: rudo, ignorante, de mente estrecha, provinciano. Todo bien, apenas pueden pronunciar dos frases juntas pero después de todo es uno de los nuestros. Hizo todo lo correcto: reducción de impuestos, reducir el gasto social, etc., Todo eso era una melodía deliciosa para sus oídos. Cuando ordenó la invasión de Irak, también parecía algo bueno para las empresas en aquel momento, como todo el mundo sabe lo que es bueno para las empresas es bueno para EEUU. Pero las cosas ahora han cambiado. La guerra no va como estaba planeado y ya es tremenda impopular en EEUU. Muchos republicanos están expresando sus dudas sobre la guerra. El único candidato republicano que ha dado apoyo oral a la “oleada” es el derechista John McCain. Otros candidatos, unos más otros menos, están defendiendo la retirada. Pero Bush sigue obstinado. Se ha negado a aceptar el veredicto del Grupo de Estudios Iraquíes y está actuando contra los intereses colectivos de la clase dominante. Esto sellará su destino. Es posible que Bush no dure siquiera los dos años que le quedan. La clase dominante le echará sin ningún tipo de ceremonia si continúa arrastrando a EEUU a nuevas aventuras militares. Podría ponerse de repente “enfermo” después de alguna derrota espectacular o la prensa descubrir algún escándalo (debe haber muchas pruebas de ello en los archivos del FBI y la CIA) que implican a la cúpula republicana y obligar a una serie de dimisiones que harían imposible la continuidad de Bush. En última instancia, podrían decidir el impechment. En cualquier caso, George W. Bush está acabado. La caída de Bush abrirá las compuertas en EEUU. Ya hay una poderosa corriente submarina de descontento en la sociedad norteamericana, los salarios reales han caído o se han estancado en medio de un boom, sectores importantes de los jóvenes han sido radicalizados por la guerra, existe un creciente escepticismo con el gobierno y un cuestionamiento cada vez mayor de todo el sistema social. En este contexto, el establishment está preparándose para cambiar del pie derecho al izquierdo. El ascenso repentino del candidato “radical” afroamericano Barack Obama está diseñado para atraer los votos de los norteamericanos descontentos y recuperar la imagen deslustrada del sistema de dos partidos (realmente un partido).
Pero probablemente esta sea la única vez que puedan recurrir a este truco. Cualquiera de las fracciones de la clase dominante que gane las próximas elecciones no resolverá nada. El escenario está preparado para un período tormentoso en EEUU y en el mundo.

El salvador: El TLC ha incrementado el déficit comercial en un 24%

A casi un año de haberse implementado el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos (EEUU), diferentes organizaciones sociales aseguran que el déficit comercial de El Salvador incrementó un 24%, afectando principalmente a los pequeños productores agrícolas y al sector de la venta informal. El 1 de marzo de 2006 el TLC con EEUU comenzó a implementarse en el país. Un día antes de esa fecha, diversas organizaciones sociales marcharon para expresar su descontento con el tratado comercial. Los datos divulgados por las organizaciones indican que para 2005, el déficit en dólares era de $3 mil 376.6 millones; en 2006, era de $4 mil 115 millones. Según el dirigente del Movimiento Popular Revolucionario 12 de octubre (MPR-12), Pedro Juan Hernández, la balanza comercial del país no ha mejorado desde que se implementó el TLC, debido a que los niveles de desempleo aumentan cada día. 'En consecuencia nuestra economía está estancada, y de manera evidente. Está claro para quiénes estaba dirigido el Tratado de Libre Comercio', sostiene el dirigente de la organización social, y señala que esos sectores son los dueños de la banca y los 'grandes empresarios' nacionales.Otro aspecto negativo que identifican las organizaciones es el de las importaciones desde EEUU de carne, arroz, maíz, lácteos, entre otros, que incrementó un 30%, generando que los productores agrícolas nacionales sufran de una 'marginación' en las ventas de sus productos, afectando sus ganancias. 'Estamos observando como el TLC está golpeando de manera concreta al sector informal, dado que en su implementación se han hecho una serie de modificaciones a una serie de leyes; una de ellas es la Ley de Propiedad Intelectual, que está provocando la criminalización del sector informal', puntualiza Hernández. Por su parte, el representante de la Red SINTI TECHAN, Raúl Moreno, asegura que la inversión estadounidense en el país sólo ha incrementado el 0.8%.'El déficit de la Balanza Comercial se ha profundizado, porque, aunque las exportaciones de El Salvador hacia Estados Unidos han crecido muy poco, el nivel de las importaciones les ha superado crecientemente', afirma el representante. Moreno asegura que el TLC, en su esencia, es un fracaso, debido a que existe un trato desigual comercial entre ambos países. 'No se puede competir con productos subsidiados como los estadounidenses, cuando la economía salvadoreña tiene un sector agropecuario desestructurado'. Asimismo, asegura que el TLC ha limitado la capacidad del gobierno central para definir sus políticas públicas. 'Hay prohibiciones expresas en el TLC que ahora son ley de la República, que establecen una limitación para que el Gobierno pueda definir su regulación a la inversión extranjera', señala Moreno. Ante este panorama, las diversas organizaciones sociales aseguraron que el primero de marzo realizarán una marcha para demostrar su descontento con el TLC. Dicha marcha saldrá de las afueras de la Universidad de El Salvador y tendrá como objetivo llegar a las instalaciones de la Corte Suprema de Justicia.


¿Tabaré Vásquez se une al frente anti - Chávez en el continente?




El Frente anti-Chávez en el continente para necesidad del imperio norteamericano necesita consolidarse, ese frente que tiene su rostro visible en Uribe, calderón y Alan garcía ha sumado al presidente del Uruguay Dr. Tabare Vázquez. Es evidente la incomodidad del Dr. Tabarè Vázquez con los países que conforman el MERCOSUR, pero el hecho que significa la visita del genocida-terrorista de george bush al Uruguay ratifica que ese gobierno no marchará al rumbo de la integración que vienen adelantando los gobiernos progresistas de Venezuela, cuba, Bolivia, y ecuador.


Que busca george bush en Uruguay?


La situación interna que vive el genocida-terrorista de george bush de un rechazo de su política en Irak por parte de la comunidad norteamericana en plena antesala a una nueva intervención ahora en Irán, hace que el imperio busque apoyo en cualquier cipayo que se lo blinde. Es allí en donde la visita de bush tiene características de ir creando la imagen de contar con un apoyo internacional para las nuevas aventuras guerrerista del imperio.Pero hay otro elemento importante en la visita y es consolidar ese frente anti-Chávez que impulsa el imperio en el continente. Y esas agresiones que dirigirán en los próximos días sobre la revolución bolivariana encontrará en el gobierno uruguayo un aliado más en esta parte del mundo.


La solidaridad de la revolución bolivariana de Venezuela como se expresa en el Uruguay?


He aquí uno de los temas más contradictorio de la posición que asume el Dr. Tabarè Vázquez de cipayo y entreguista del imperio en cuanto que ha sido el comandante Chávez y el pueblo de Venezuela un importante aliado en lo económico para su reactivación. Y así lo recoge la prensa crítica del Uruguay cuando exponen algunos datos del apoyo que le blinda la revolución bolivariana en el aspecto económico, es conocido el apoyo dado a la empresa única de vidrios, los 20 millones de dólares entregado al hospital de clínicas, la planta de ancap, a la empresa principal de neumáticos y además del petróleo a 15 años de plazo sin intereses que la revolución bolivariana acordó.


Ante toda esa situación queda pensar cual será la posición que tomará la dirección de la revolución bolivariana ante la visita de bush al Uruguay?


La situación en el concierto internacional es interesante, es importante que la idea bolivariana de la patria grande siga sumando voluntades, es evidente que el imperialismo no descansa en tratar de acabar con el sueño de integración latinoamericana, ahora mas que nunca se hace necesario seguir profundizando el bloque de naciones progresista que tiene a la revolución bolivariana como vanguardia de ese proceso.

BURGUESES Y PROLETARIOS.





BURGUESES Y PROLETARIOS



Toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad , es una historia de luchas de clases. Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases beligerantes. En los tiempos históricos nos encontramos a la sociedad dividida casi por doquier en una serie de estamentos , dentro de cada uno de los cuales reina, a su vez, una nueva jerarquía social de grados y posiciones. En la Roma antigua son los patricios, los équites, los plebeyos, los esclavos; en la Edad Media, los señores feudales, los vasallos, los maestros y los oficiales de los gremios, los siervos de la gleba, y dentro de cada una de esas clases todavía nos encontramos con nuevos matices y gradaciones. La moderna sociedad burguesa que se alza sobre las ruinas de la sociedad feudal no ha abolido los antagonismos de clase. Lo que ha hecho ha sido crear nuevas clases, nuevas condiciones de opresión, nuevas modalidades de lucha, que han venido a sustituir a las antiguas. Sin embargo, nuestra época, la época de la burguesía, se caracteriza por haber simplificado estos antagonismos de clase. Hoy, toda la sociedad tiende a separarse, cada vez más abiertamente, en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases antagónicas: la burguesía y el proletariado. De los siervos de la gleba de la Edad Media surgieron los "villanos" de las primeras ciudades; y estos villanos fueron el germen de donde brotaron los primeros elementos de la burguesía. El descubrimiento de América, la circunnavegación de Africa abrieron nuevos horizontes e imprimieron nuevo impulso a la burguesía. El mercado de China y de las Indias orientales, la colonización de América, el intercambio con las colonias, el incremento de los medios de cambio y de las mercaderías en general, dieron al comercio, a la navegación, a la industria, un empuje jamás conocido, atizando con ello el elemento revolucionario que se escondía en el seno de la sociedad feudal en descomposición. El régimen feudal o gremial de producción que seguía imperando no bastaba ya para cubrir las necesidades que abrían los nuevos mercados. Vino a ocupar su puesto la manufactura. Los maestros de los gremios se vieron desplazados por la clase media industrial, y la división del trabajo entre las diversas corporaciones fue suplantada por la división del trabajo dentro de cada taller.



Pero los mercados seguían dilatándose, las necesidades seguían creciendo. Ya no bastaba tampoco la manufactura. El invento del vapor y la maquinaria vinieron a revolucionar el régimen industrial de producción. La manufactura cedió el puesto a la gran industria moderna, y la clase media industrial hubo de dejar paso a los magnates de la industria, jefes de grandes ejércitos industriales, a los burgueses modernos. La gran industria creó el mercado mundial, ya preparado por el descubrimiento de América. El mercado mundial imprimió un gigantesco impulso al comercio, a la navegación, a las comunicaciones por tierra. A su vez, estos, progresos redundaron considerablemente en provecho de la industria, y en la misma proporción en que se dilataban la industria, el comercio, la navegación, los ferrocarriles, se desarrollaba la burguesía, crecían sus capitales, iba desplazando y esfumando a todas las clases heredadas de la Edad Media. Vemos, pues, que la moderna burguesía es, como lo fueron en su tiempo las otras clases, producto de un largo proceso histórico, fruto de una serie de transformaciones radicales operadas en el régimen de cambio y de producción.
A cada etapa de avance recorrida por la burguesía corresponde una nueva etapa de progreso político. Clase oprimida bajo el mando de los señores feudales, la burguesía forma en la "comuna" una asociación autónoma y armada para la defensa de sus intereses; en unos sitios se organiza en repúblicas municipales independientes; en otros forma el tercer estado tributario de las monarquías; en la época de la manufactura es el contrapeso de la nobleza dentro de la monarquía feudal o absoluta y el fundamento de las grandes monarquías en general, hasta que, por último, implantada la gran industria y abiertos los cauces del mercado mundial, se conquista la hegemonía política y crea el moderno Estado representativo. Hoy, el Poder público viene a ser, pura y simplemente, el Consejo de administración que rige los intereses colectivos de la clase burguesa.
La burguesía ha desempeñado, en el transcurso de la historia, un papel verdaderamente revolucionario.
Dondequiera que se instauró, echó por tierra todas las instituciones feudales, patriarcales e idílicas. Desgarró implacablemente los abigarrados lazos feudales que unían al hombre con sus superiores naturales y no dejó en pie más vínculo que el del interés escueto, el del dinero contante y sonante, que no tiene entrañas. Echó por encima del santo temor de Dios, de la devoción mística y piadosa, del ardor caballeresco y la tímida melancolía del buen burgués, el jarro de agua helada de sus cálculos egoístas. Enterró la dignidad personal bajo el dinero y redujo todas aquellas innumerables libertades escrituradas y bien adquiridas a una única libertad: la libertad ilimitada de comerciar. Sustituyó, para decirlo de una vez, un régimen de explotación, velado por los cendales de las ilusiones políticas y religiosas, por un régimen franco, descarado, directo, escueto, de explotación.
La burguesía despojó de su halo de santidad a todo lo que antes se tenía por venerable y digno de piadoso acontecimiento. Convirtió en sus servidores asalariados al médico, al jurista, al poeta, al sacerdote, al hombre de ciencia.
La burguesía desgarró los velos emotivos y sentimentales que envolvían la familia y puso al desnudo la realidad económica de las relaciones familiares . La burguesía vino a demostrar que aquellos alardes de fuerza bruta que la reacción tanto admira en la Edad Media tenían su complemento cumplido en la haraganería más indolente. Hasta que ella no lo reveló no supimos cuánto podía dar de sí el trabajo del hombre. La burguesía ha producido maravillas mucho mayores que las pirámides de Egipto, los acueductos romanos y las catedrales góticas; ha acometido y dado cima a empresas mucho más grandiosas que las emigraciones de los pueblos y las cruzadas. La burguesía no puede existir si no es revolucionando incesantemente los instrumentos de la producción, que tanto vale decir el sistema todo de la producción, y con él todo el régimen social. Lo contrario de cuantas clases sociales la precedieron, que tenían todas por condición primaria de vida la intangibilidad del régimen de producción vigente. La época de la burguesía se caracteriza y distingue de todas las demás por el constante y agitado desplazamiento de la producción, por la conmoción ininterrumpida de todas las relaciones sociales, por una inquietud y una dinámica incesantes. Las relaciones inconmovibles y mohosas del pasado, con todo su séquito de ideas y creencias viejas y venerables, se derrumban, y las nuevas envejecen antes de echar raíces. Todo lo que se creía permanente y perenne se esfuma, lo santo es profanado, y, al fin, el hombre se ve constreñido, por la fuerza de las cosas, a contemplar con mirada fría su vida y sus relaciones con los demás.
Hasta ahora, todos los movimientos sociales habían sido movimientos desatados por una minoría o en interés de una minoría. El movimiento proletario es el movimiento autónomo de una inmensa mayoría en interés de una mayoría inmensa. El proletariado, la capa más baja y oprimida de la sociedad actual, no puede levantarse, incorporarse, sin hacer saltar, hecho añicos desde los cimientos hasta el remate, todo ese edificio que forma la sociedad oficial. Por su forma, aunque no por su contenido, la campaña del proletariado contra la burguesía empieza siendo nacional. Es lógico que el proletariado de cada país ajuste ante todo las cuentas con su propia burguesía. Al esbozar, en líneas muy generales, las diferentes fases de desarrollo del proletariado, hemos seguido las incidencias de la guerra civil más o menos embozada que se plantea en el seno de la sociedad vigente hasta el momento en que esta guerra civil desencadena una revolución abierta y franca, y el proletariado, derrocando por la violencia a la burguesía, echa las bases de su poder. Hasta hoy, toda sociedad descansó, como hemos visto, en el antagonismo entre las clases oprimidas y las opresoras. Mas para poder oprimir a una clase es menester asegurarle, por lo menos, las condiciones indispensables de vida, pues de otro modo se extinguiría, y con ella su esclavizamiento. El siervo de la gleba se vio exaltado a miembro del municipio sin salir de la servidumbre, como el villano convertido en burgués bajo el yugo del absolutismo feudal. La situación del obrero moderno es muy distinta, pues lejos de mejorar conforme progresa la industria, decae y empeora por debajo del nivel de su propia clase. El obrero se depaupera, y el pauperismo se desarrolla en proporciones mucho mayores que la población y la riqueza. He ahí una prueba palmaria de la incapacidad de la burguesía para seguir gobernando la sociedad e imponiendo a ésta por norma las condiciones de su vida como clase. Es incapaz de gobernar, porque es incapaz de garantizar a sus esclavos la existencia ni aun dentro de su esclavitud, porque se ve forzada a dejarlos llegar hasta una situación de desamparo en que no tiene más remedio que mantenerles, cuando son ellos quienes debieran mantenerla a ella. La sociedad no puede seguir viviendo bajo el imperio de esa clase; la vida de la burguesía se ha hecho incompatible con la sociedad. La existencia y el predominio de la clase burguesa tienen por condición esencial la concentración de la riqueza en manos de unos cuantos individuos, la formación e incremento constante del capital; y éste, a su vez, no puede existir sin el trabajo asalariado. El trabajo asalariado Presupone, inevitablemente, la concurrencia de los obreros entre sí. Los progresos de la industria, que tienen por cauce automático y espontáneo a la burguesía, imponen, en vez del aislamiento de los obreros por la concurrencia, su unión revolucionaria por la organización. Y así, al desarrollarse la gran industria, la burguesía ve tambalearse bajo sus pies las bases sobre que produce y se apropia lo producido. Y a la par que avanza, se cava su fosa y cría a sus propios enterradores. Su muerte y el triunfo del proletariado sin igualmente inevitables.




Friday, February 16, 2007

Ali Primera.

Ali Primera.
31 de Octubre de 1942-16 de Febrero de 1985

Alí Rafael Primera Rosell, nació en Coro, estado Falcón, Venezuela el 31 de Octubre de 1942. Por su procedencia humilde desempeño varios oficios, que fueron desde limpiabota hasta boxeador, trabajos que no lo desanimaron para continuar sus estudios. Con los campos de Paraguaná de equipaje y la primaria concluida entre pescadores y el maestro Figueredo, llegó a Caracas. "...Yo me vine a tratar de continuar los estudios, empecé en el Liceo Caracas...". Culminó sus estudios en 1963 cuando obtuvo el título de bachiller. Al año siguiente comenzó sus estudios en el área de Química en la Universidad Central de Venezuela. Su etapa de compositor y cantante la inicia paralelamente con sus estudios universitarios, primeramente como etapa de diversión y progresivamente como actividad a tiempo completo. Sus primeras composiciones "Humanidad" y "No Basta rezar" fueron de gran exito, con esta última participó en el festival de la Canción de Protesta en la Universidad de Los Andes, dando asi a conocer su potente voz. El P.C.V. le otorga una beca para continuar los estudios en Rumania, en 1968. En Europa grabó su primer L.P. titulado "Gente de mi Tierra", y que posteriormente es vetado por el gobierno de turno en Venezuela. Debido a este veto, Alí funda su propia firma disquera llamada "El Cigarrón", con este sello graba 13 elepes (L.P.). En Suecia reconoce el olor del caramelo, en la piel de sus dos hijas: María Fernanda "Shimpi" y María Angela "Marimba". "En Europa el mundo se me hacía chiquito aún con los latinoamericanos. Yo lavaba platos por no vender mi canto y a veces lograba cantar en sitios donde realmente se respetaba mi canción..." En 1973, regresa a mirar como se visten los apamates como en cuaresma los nazarenos, de la dulce mejilla de su pueblo. En 1977, conoce a Sol Mussett y con el sol a medio cielo nacieron cinco muchachos más: Sandino, Jorgito, Servando, Florentino y Juan Simón. Exitos: Paraguaná, Paraguaná; Jose Leonardo; Casas de Cartón; Canción Mansa para un Pueblo Bravo; No basta Rezar; Coquivacoa y muchas otras, todas sus canciones sonaron mucho de una u otra manera El 16 de febrero de 1985 un fatal "accidente" terminó con su vida. Algunos aún no están de acuerdo con lo que se dijo respecto a su muerte. "...Y fuí llenando con flores a mi fusil de poemas y afiné la puntería del canto contra las bestias. Fuí sumando corazones para vencer madrigueras al llenarme los rumores del volantín cuando vuela. Yo amarré los recuerdos al árbol de la noche y fuí en busca del sol..."

Thursday, February 15, 2007

Mensaje a la oligarquía

Camilo Torres.
Dirigir un mensaje a los que no quieren ni pueden oír es un deber penoso. Sin embargo, es un deber, y un deber histórico, en el momento que la oligarquía colombiana quiere llegar a hacer culminar su iniquidad en contra de la patria y en contra de los colombianos.
Durante más de 150 años la casta económica, las pocas familias que tienen casi toda la riqueza colombiana, ha usurpado el poder político en su propio provecho. Ha usado todas las artimañas y trampas para conservar ese poder engañando al pueblo.
Inventaron la división entre liberales y conservadores. Esta división, que no comprendía el pueblo, sirvió para sembrar el odio entre los mismos elementos de la clase popular. Esos odios ancestrales transmitidos de padres a hijos han servido únicamente a la oligarquía. Mientras los pobres pelean, los ricos gobiernan en su propio provecho. El pueblo no entendía la política de los ricos, pero toda la rabia que sentía por no poder comer ni poder estudiar, por sentirse enfermo, sin casa, sin tierra y sin trabajo, todo ese rencor lo descargaban los liberales pobres contra los conservadores pobres y los conservadores pobres contra los liberales pobres. Los oligarcas, los culpables de la mala situación de los pobres, miraban felices los toros desde la barrera, ganando dinero y dirigiendo el país. Lo único que dividía a los oligarcas liberales de los oligarcas conservadores era el problema de la repartición del presupuesto y de los puestos públicos. El presupuesto nacional, las rentas públicas, no alcanzaban para dejar satisfechos a los oligarcas conservadores y liberales reunidos. Por eso peleaban para llegar al poder; para saldar las cuentas electorales dándole puestos públicos a los gamonales adictos y repartirse el presupuesto excluyendo totalmente a los del otro bando político.
Cuarenta años los liberales no tuvieron puestos y después les sucedió otro tanto a los conservadores durante 16 años. Las diferencias políticas y religiosas ya habían cesado. Ya no se peleaba entre los oligarcas sino por la plata del gobierno y por los puestos públicos. Mientras tanto, el pueblo se daba cuenta de que su lucha por el partido liberal o por el partido conservador lo hundía cada vez más en la miseria. Los ricos no se daban cuenta de que el pueblo estaba harto de ellos. Cuando apareció Jorge Eliécer Gaitán enarbolando la bandera de la restauración moral de la República, lo hizo tanto en contra de la oligarquía liberal como de la conservadora. Por eso las dos oligarquías fueron antigaitanistas. La oligarquía liberal se volvió gaitanista después que la oligarquía conservadora mató a Gaitán en las calles de Bogotá.
Ya iniciada en el camino de la violencia para conservar el poder, la oligarquía no parará en el uso de esa violencia. Puso a los campesinos liberales a que se mataran con los conservadores. Cuando la agresividad, el odio y el rencor de los pobres se desbordaron en una lucha entre los necesitados de Colombia, la oligarquía se asustó y propició el golpe militar. El gobierno militar tampoco sirvió en forma suficientemente eficaz a los intereses de la oligarquía. Entonces el jefe de la oligarquía liberal, doctor Alberto Lleras Camargo, y el jefe de la oligarquía conservadora, doctor Laureano Gómez, se reunieron para hacer un examen de conciencia y se dijeron: "Por estar peleando por el reparto del presupuesto y del botín burocrático, casi perdemos el poder para la oligarquía. Dejémosnos de pelear por eso haciendo un contrato, dividiéndonos el país como quien se divide una hacienda, por mitad, entre las dos oligarquías. La paridad y la alternación nos permiten un reparto equitativo y así podemos formar un partido nuevo, el partido de la oligarquía." Así nació el Frente Nacional como el primer partido de clase, como el partido de la oligarquía colombiana.
El pueblo vuelve a ser engañado y concurre a las elecciones a votar el plebiscito, a votar por Alberto Lleras, por el Frente Nacional. El resultado, naturalmente, fue peor: ahora era la oligarquía unida la que gobernaba en contra del pueblo. Por eso todo lo que esperaban los colombianos salió al contrario. El Frente Nacional ofreció paz y los campesinos siguen siendo asesinados; se realizaron matanzas obreras de los azucareros y de Santa Bárbara, se invadieron las universidades y se aumentó el presupuesto de guerra.
El Frente Nacional dijo que remediaría la situación financiera, y duplicó la deuda externa produciendo tres devaluaciones (hasta ahora) y con ellas la miseria del pueblo colombiano por varias generaciones. El Frente Nacional dijo que haría la reforma agraria, y no hizo sino dictar una ley que garantiza los intereses de los ricos en contra de los derechos de los pobres.
Le impuso al país un candidato inepto para la presidencia de la República. El Frente Nacional logró la mayor abstención electoral de nuestra historia y ahora, ante su fracaso total, ¿qué está haciendo la oligarquía?
Vuelve a recurrir a la violencia. Declara el estado de sitio. Legisla por decreto. Vende el país a los Estados Unidos. Se reúne en un lujoso hotel y decide sobre el próximo presidente. Desde los salones resuelven sobre el país entero. Están completamente ciegos.
Como último grito de alarma quiero decirles:
Señores oligarcas, el Pueblo ya no les cree nada a ustedes. El Pueblo no quiere votar por ustedes. El Pueblo está harto y desesperado. El Pueblo no quiere ir a las elecciones que ustedes organicen. El Pueblo no quiere a Carlos ni Alberto Lleras ni a ninguno de ustedes. El Pueblo está sufriendo y resuelto a todo. El Pueblo sabe que ustedes también están resueltos a todo. Por eso les pido que sean realistas y que si quieren engañar al Pueblo con nuevas componendas políticas, no vayan a creer que el Pueblo les va a tener fe. Ustedes saben que la lucha irá hasta las últimas consecuencias. La experiencia ha sido tan amarga que el Pueblo ya está decidido a echar el todo por el todo. Desgraciadamente los oligarcas aislados, ciegos y orgullosos parecen no querer darse cuenta de que la revolución de las masas populares colombianas no parará ahora sino hasta lograr la conquista del poder para el Pueblo.

Mensaje a los campesinos.

Camilo Torres.
De acuerdo con los censos, la población campesina ha disminuido. Sin embargo, en ellos se considera que la población que vive en los centros urbanos de más de mil quinientos habitantes es población urbana. En realidad eso no es así. Podemos decir que la mayoría de la población colombiana es rural.
Además de la cantidad, lo más importante es que el mayor aporte al ingreso nacional lo hacen los campesinos. El 90 por ciento de las exportaciones son agrícolas (café, banano, tabaco, azúcar). Sin agricultura no tendríamos forma de importar máquinas ni la comida que nos falta. Desgraciadamente el aporte de los campesinos, como todo en ese sistema, no sirve sino para unos pocos. Los que manejan las federaciones (de cafetaleros, de algodoneros, la United Fruit, de bananeros, de tabacaleros, etc.) y los que manejan los bancos (especialmente el banco de la república) concentran todas las ganancias. Las ganancias que aprovecha el gobierno se emplean en lo que éste llama "funcionamiento", es decir en pagar empleados (que se han duplicado para conservar la paridad) y para comprar armas viejas, para matar a los campesinos que han dado el dinero para comprarlas.
En contraste entre la importancia económica y social de los campesinos y el trato que reciben del presente sistema es manifiestamente escandaloso. La violencia ha sido principalmente campesina. El gobierno fue el iniciador de la violencia; desde 1947 fue el que produjo con la policía primero y con el ejército después, desde 1948.
Los oligarcas liberales pagaban a los campesinos liberales y los oligarcas conservadores pagaban a los campesinos conservadores para que los campesinos se mataran entre si. A los oligarcas no les hicieron ni un rasguño. Cuando la oligarquía no necesitó más de ellos, los declaró bandoleros, los cazó "como a fieras" y luego, cuando los asesinó, publicó fotos de sus cadáveres en la primera página de la gran prensa haciendo alarde del triunfo obtenido en nombre de la paz, la justicia y la legalidad.
Esa violencia gubernamental y financiada por las oligarquías después enseñó muchas cosas a los campesinos: les enseñó a reconocer en la oligarquía a su verdadero enemigo. Los enseñó a huir primero. Defenderse después y les enseñó a atacar para obtener lo que las oligarquías obtenían con la violencia: fincas, cosechas, ganado, poder. Estas cosas no se las daba el sistema. Todo lo contrario. Los salarios más bajos, el menor número de escuelas, las peores viviendas, las menores posibilidades de progresar, las tienen los campesinos.
Cuando acabaron con los cabecillas notorios quedaban zonas campesinas controladas por los mismos agricultores.

La política represiva de los estados Unidos impuestas a sus gobernantes, los gobernantes colombianos, no podía permitir zonas "sospechosas" aunque fueran pacíficas. El ejército necesitaba aumentar su importancia, para mostrar que era necesario y aumentar su presupuesto.
El Gobierno dice que los campesinos iniciaron la violencia. Los campesinos dicen que fue el gobierno. En Francia intelectuales de todas las corrientes, después de haber investigado, dicen que los campesinos tienen la razón.
Yo quiero retar al gobierno, para que pida, si se atreve, una comisión investigadora a las Naciones Unidas, constituida por países neutrales para que juzguen los casos de Marquetalia, Pato, Guayabero y Río Chiquito.
Sabemos que la similitud del desembarco de los "marines" en Santo Domingo son los desembarcos del ejército colombiano, dirigidos por la misión militar norteamericana en las "repúblicas independientes".
Estos desembarcos continuarán. Ayer, en Río Chiquito, mañana Sumapaz, pasado mañana el Ariari y los Llanos. El ejército empieza con la acción cívico militar y acaba con los bombardeos, empieza sacando muelas y acaba metiendo bala. Los campesinos ya saben que los militares llevan una mano adelante con el pan y otra atrás con el puñal. La "república independiente" de Colombia seguirá obedeciendo a los norteamericanos para que destruya a sangre y fuego las otras repúblicas de colombianos independientes. Así lo ha decretado la Cámara norteamericana. Nuestros campesinos, ya saben a que atenerse. Ya saben para qué se tienen que preparar. Ellos no se lanzan a una aventura pero no rehuyen la lucha. Ya la oligarquía, con el estado de sitio, ha sacado al pueblo a las plazas públicas. Ya lo persigue con ametralladoras en recintos cerrados, como en Medellín. Cuando nos haga la vida imposible en la ciudad, tenemos que ir al campo. Y del campo no podemos botarnos al mar. Allí tendremos que resistir. Para eso debe prepararse el campesino, organizando ahora los comandos del Frente Unido con grupos de cinco o de diez. Purificando las zonas de traidores a la causa del pueblo. Haciendo depósitos de comida y de ropa. Preparándose para esa lucha prolongada. No dejándose provocar, ni presentar resistencia cuando las condiciones sean desfavorable para el pueblo.
La oligarquía seguirá reafirmando a los campesinos en su convencimiento de que tienen que apoyar a las fuerzas revolucionarias. ¿Por qué no se han acabado con la guerrilla de Simacota?. Únicamente por el apoyo de los campesinos.
Cuando la oligarquía no deje otro camino, los campesinos tendrán que darnos refugio a los revolucionarios, a los obreros y estudiantes.
Por el momento deben unificarse y organizarse para recibirnos con el fin de emprender la larga lucha final.

Camilo Torres

Mensaje a los Cristianos.
Las convulsiones producidas por los acontecimientos políticos, religiosos y sociales de los últimos tiempos, posiblemente han llevado a los creistianos de Colombia a mucha confusión. Es necesario que en este momento decisivo para nuestra historia, los cristianos estemos firmes alrededor de las bases esenciales de nuestra religión.
Lo principal en el Catolicismo es el amor al prójimo. "El que ama a su prójimo cumple con su ley." (S. Pablo, Rom. XIII, 8). Este amor, para que sea verdadero, tiene que buscar eficacia. Si la beneficencia, la limosna, las pocas escuelas gratuitas, los pocos planes de vivienda, lo que se ha llamado "la caridad", no alcanza a dar de comer a la mayoría de los hambrientos, ni a vestir a la mayoría de los desnudos, ni a enseñar a la mayoría de los que no saben, tenemos que buscar medios eficaces para el bienestar de las mayorías.
Esos medios no los van a buscar las minorías privilegiadas que tienen el poder, porque generalmente esos medios eficaces obligan a las minorías a sacrificar sus privilegios. Por ejemplo, para lograr que haya más trabajo en Colombia, sería mejor que no se sacaran los capitales en forma de dólares y que más bien se invirtieran en el país en fuentes de trabajo. Pero como el peso colombiano se desvaloriza todos los días, los que tienen el dinero y tienen el poder nunca van a prohibir la exportación del dinero, porque exportándolo se libran de la devaluación.
Es necesario entonces quitarles el poder a las minorías privilegiadas para dárselo a las mayorías pobres. Esto, si se hace rápidamente es lo esencial de una revolución. La Revolución puede ser pacífica si las minorías no hacen resistencia violenta. La Revolución, por lo tanto, es la forma de lograr un gobierno que dé de comer al hambriento, que vista al desnudo, que enseñe al que no sabe, que cumpla con las obras de caridad, de amor al prójimo, no solamente en forma ocasional y transitoria, no solamente para unos pocos, sino para la mayoría de nuestros prójimos. Por eso la Revolución no solamente es permitida sino obligatoria para los cristianos que vean en ella la única manera eficaz y amplia de realizar el amor para todos. Es cierto que "no haya autoridad sino de parte de Dios" (S. Pablo, Rom. XIII, 1). Pero Santo Tomás dice que la atribución concreta de la autoridad la hace el pueblo.
Cuando hay una autoridad en contra del pueblo, esa autoridad no es legítima y se llama tiranía. Los cristianos podemos y debemos luchar contra la tiranía. El gobierno actual es tiránico porque no lo respalda sino el 20% de los electores y porque sus decisiones sales de las minorías privilegiadas.
Los defectos temporales de la Iglesia no nos deben escandalizar. La Iglesia es humana. Lo importante es creer también que es divina y que si nosotros los cristianos cumplimos con nuestra obligación de amar al prójimo, estamos fortaleciendo a la Iglesia.
Yo he dejado los privilegios y deberes del clero, pero no he dejado de ser sacerdote. Creo que me he entregado a la Revolución por amor al prójimo. He dejado de decir misa para realizar ese amor al prójimo, en el terreno temporal, económico y social. Cuando mi prójimo no tenga nada contra mí, cuando haya realizado la Revolución, volveré a ofrecer misa si Dios me lo permite. Creo que así sigo el mandato de Cristo: "Si traes tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda" (S. Mateo V, 23-24).
Después de la Revolución los cristianos tendremos la conciencia de que establecimos un sistema que está orientado por el amor al prójimo.
La lucha es larga, comencemos ya...